lunes, 13 de enero de 2014

La lavanda


El nombre de Lavanda, proviene del latín “lavare” que significa “para lavar”, pues se empleaba frecuentemente para la elaboración de jabones y cosméticos. Se emplea mucho en perfumería, especialmente para la elaboración de colonias y de jabones, debido a su popular aroma.

La lavanda es una de las plantas más versátiles que podemos encontrar. Entre sus propiedades en la aromaterapia, destacan las de equilibrador, analgésico, antibiótico, antidepresivo, antibacteriano, descongestivo y sedante. También puede ayudar a recobrar el equilibrio mental y a “centrarse en uno mismo”.
Con el aceite portador de lavanda ( el macerado o aceite base de Lavanda) se puede aplicar directamente sobre la piel, en especial para tratar quemaduras, por el alivio de los síntomas de las quemaduras y por ser un gran cicatrizante.
La inhalación del aceite esencial en quemador es beneficiosa para aliviar los catarros, sinusitis, bronquitis y resfriados en general. También es un buen sedante nervioso.
Se puede emplear para baños relajantes, así como para aliviar dolores y molestias musculares.



No hay comentarios:

Publicar un comentario